MUJER VIRTUOSA
TENÍA QUE SER
A medida que vamos avanzando en el estudio de La Torá.
Nuestro Padre Eterno nos va enseñando cosas tan maravillosas y hermosas. Que es
imposible no conmoverse, emocionarse, estremecerse o sensibilizarse ante la
Infinita Bondad de Nuestro Único Elohim.
Baruj Hashem / Bendito El Nombre. Cuán sublimes son
Tus Palabras. Alegría, consuelo, fuerza, vida, justicia, veo en ellas. Con la
oración que éste estudio sea de bendición para muchos. En su relación personal
con el Eterno y en sus hogares Be shem Yeshúa Ha Mashíaj. Amén.
En la parashá / porción de ésta semana son muchos los
temas en los que podemos profundizar, lo cual ya he hecho parcialmente. Para el
tema que El Eterno se ha complacido que estudiemos. Vamos a comenzar por el
primer mandamiento:
Shemot / Nombres / Éxodo
"Yo soy YHVH tu Elohim, quien los sacó de la
tierra de Mitzrayim, fuera de la casa de esclavitud. Shemot / Éxodo 20:2.
Notemos que El Eterno se dirige primero en singular. “Yo
soy YHVH tu Elohim”
Pero luego dice en plural… “quien los sacó…”
De ello podríamos deducir. Que Nuestro Elohim se
dirige, a cada individuo en particular y luego, a toda la nación de Israel en
general.
Entonces, el Israelita debe sentir, pensar y obrar,
reflexionando siempre en el compromiso y el deber de cumplir los mitzvot /
mandamientos basándose en la relación personal e íntima que cada uno tiene con
El Eterno.
Ese mismo sentir, pensar y obrar, es el que permite
reconocer a la Nación de Israel como un solo pueblo, con una identidad propia,
exclusiva, inconfundible, que haga diferencia con las otras naciones, como
muestra indiscutible de la aceptación de la voluntad de Nuestro Único Elohim.
Pero exactamente. ¿Quiénes escuchaban? ¿A quién del
pueblo de Israel se dirigía El Eterno?
Regreso al verso anterior.
Moshé subió a Elohim, y YHVH lo llamó desde la
montaña: "Aquí está lo que dirás a la casa de Ya'akov, que digan a los
hijos de Israel: Shemot / Éxodo 19:3.
¿Qué nos quiere enseñar Nuestro Elohim al decirnos: "Aquí
está lo que dirás a la casa de Ya'akov, que digan a los hijos de Israel:?
¡Qué maravilla!
Cuando El Eterno dice “Casa de Ya´akov”. Se está
dirigiendo a las mujeres.
Cuando El Eterno dice “Hijos de Israel”. Se está
dirigiendo a los hombres.
Entonces, nuestro Padre Amado se dirige primero a las mujeres
y luego a los hombres. Y en orden de ideas, luego a cada individuo y por
último a la nación.
Ahora bien, entendemos porque se dirige al Pueblo de
Israel específicamente y generalmente, pero, ¿por qué Nuestro Padre Celestial
hace ahora diferencia entre hombres y mujeres?
Una posible respuesta. Es que nuestro Padre Amado hace
diferencia entre hombres y mujeres, es porque ambos perciben la voluntad
del Eterno de manera distinta, ambos presentan limitaciones que solo son
posibles de superar cuando los componentes de ambos vuelven a unirse para
complementarse y desarrollarse, esta es la forma en que la mujer se convierte
en ayuda idónea para él.
Recordemos que Nuestro Elohim nos cuenta en Bereshit /
Génesis la creación de Adam, el primer hombre, al verlo solo, luego de
dormirlo, separa a Java de él, al hacerlo muchas de las características de Adam
pasan a Java.
Siendo que Adam y Java presentaban diferencias
espirituales, físicas y emocionales evidentes, y a pesar de que
Adam fue creado del polvo y Java de su carne y sus huesos, ambos contienen por
igual, imagen y semejanza de nuestro Abba Padre:
Así que Elohim creó al hombre; a la imagen de Elohim
lo creó; macho y hembra El los creó. Bereshit / Génesis 1:27.
Por otra parte, El Eterno le entrega el primer mitzvot
/ mandamiento a Adam pero Java desobedece y Adam lo hace luego.
Este hecho es la evidencia más clara de las
diferencias expuestas, y es la base para que El Eterno se dirija primero a las
mujeres, dando a entender que no hay excusa para desobedecer por el argumento
del orden en que se entregaron los mitzvot / mandamientos.
Otra posible respuesta, es que nuestro Padre Celestial
realza el papel de la mujer frente al de los hombres, porque las mujeres
proveen y ejercen un gran esfuerzo en la crianza de los hijos, y ahora le
otorga un objetivo concreto frente a la educación en la Torá, es decir, la
mujer se constituirá en la base fundamental en la formación judía.
Otra posible respuesta. Del por qué de las diferencias
que hace Nuestro Elohim, es sencillamente por conceder un “Honor especial”,
debido a las mujeres rectas que actuaron a través de la historia del Pueblo de
Israel en especial a la salida de Mitzrayim / Egipto.
Ahora ya entendemos porque Shlomó Ha Melej (El rey
Salomón) dijo en:
Mishlej / Proverbios 12: 4
Una esposa virtuosa es corona para su esposo;
Mishlej / Proverbios 31: 10 a 31
“¿Quién puede encontrar una mujer virtuosa? Porque tal
es más valiosa que piedras preciosas.”
“Una mujer buena es un don para su esposo”
“Quien no tiene una mujer, no tiene bien, no tiene
alegría, no tiene sostén, no tiene bendición, no tiene paz”
El Eterno le ordena a Moshé entregar los lineamientos
generales o la base de los Mitzvot / mandamientos a la mujer y los detalles a
los hombres.
Algunas fuentes nos señalan que El Eterno entrega la
esencia de la Torá a la mujer porque su religiosidad es más evidente.
Los detalles por el contrario, requerirán más estudio
y profundización, de allí que éstos sean entregados a los hombres.
Cuando nuestro Padre Celestial creó al hombre, lo hizo
más inclinado hacia la razón, al crear a la mujer la hizo más sensible. El
objetivo de nuestro Creador era que en la mujer, el intelecto no se
superpusiera a la personalidad debilitando la fe, para el hombre su intelecto
le ayudaría a encontrar su fe.
¡Hermoso!
De acuerdo con la Guemará. Las mujeres están exentas
del estudio de la Torá, esto se debe a que la esencia que fue entregada, es
suficiente y le sirve como herramienta al enfrentarse a las obligaciones que
tiene como madre.
La Torá se encuentra impregnada de manera natural en
la mujer. La mujer con un solo vistazo comprende lo que necesita aplicar.
En lo referente a las leyes concernientes a shabat o
kashrut o cualquier otra. Una simple explicación basta para comprender el
contenido de la Torá en la práctica diaria.
Nuestro Padre en Su Sabiduría sabía que el obligar a
la mujer implicaría mucha más presión y responsabilidad de la que podría
enfrentar, por ello le da la opción a la mujer de elegir entre estudiar o no.
Un ejemplo claro lo podemos ver en nuestra
cotidianidad. Si tuviéramos que asistir a la Yeshiva / Sinagoga / Lugar de
estudio dos veces al día como mínimo, nuestras funciones en el hogar se verían
afectadas y el compromiso de transmitirle a nuestros hijos las bases de la
Torá se complicarían por la presión de tener tantas responsabilidades.
Esto no quiere decir que si alguna mujer desea
estudiar Torá no pueda hacerlo. Si una mujer observa que el estudio la acerca
más a su relación personal con la voluntad de nuestro Creador, debe hacerlo.
Algunos maestros explican que cuando la mujer dice:
“Bendito eres tu YHVH mi Elohim que me hiciste según tu voluntad”, está
expresando una mayor sintonía con nuestro Creador, por ello también observan
menos preceptos, ya que a la mujer se le facilita corregir sus fallas.
Hoy en día las múltiples obligaciones que el mundo
occidental le ha impuesto a la mujer, entre ellas, la crianza exclusiva de los
hijos (madres solteras). Es un excelente argumento para que la mujer decida
estudiar Torá, de manera, que pueda enseñar a sus pequeños y conociendo esa
inteligencia intuitiva que adorna a la mujer, muy probablemente tendrá éxito.
Así que no tendríamos porque hacer diferencias, salvo
las que nuestro Hacedor ya ha hecho.
El Eterno lo hizo así, adelantándose en el tiempo, a
una época de crisis e infinidad de ocupaciones.
Como resultado, la mujer que estudia o profundice en
la Torá, lo hará solamente como complemento del bien y la felicidad que el
Eterno le concede a toda la nación de Israel, por cumplir ésta mitzvá /
mandamiento.
Por donde miremos es obvio el valor que El Eterno le
da a la mujer.
Está claro entonces, que El Eterno se dirige a la
mujer en una manera especial y aunque exista igualdad en cuanto a la imagen y
semejanza, la esencia de la Torá fue entregada en primer lugar a la mujer.
La mujer es tan importante para los planes del Eterno
como lo es el hombre, pero desde la creación hizo a la mujer de un material más
puro. De la “costilla de Adam”. Por ello, la mujer expresa toda su esencia, al
entender de donde viene y comprender su verdadero valor.
De igual manera, cuando el hombre estudia Torá
comprende el valor de la mujer, equilibrando la fuerza intelectual y emocional
de todo el Pueblo de Israel.
¡Es inevitable! ¡Es maravilloso! nuestro Creador vio
la necesidad de hacerlo así.
“¡Mujer virtuosa tenías que ser!”
La pertenencia de la Torá es de Todo Israel. Cuando
leemos en singular, plural o con un género específico y nos preguntamos ¿A quién
se dirigía específicamente nuestro Creador?
Sabemos ahora. Que se dirigía a toda una nación, tanto
mujeres, como hombres, desde su interior hacia la experiencia como
nación.
Frente a ello, todos al unísono proclamamos “Naase
Venishma”/ Haremos y escucharemos. ¡Sin chistar!
Es la única forma en que nos apoyaremos para cumplir
con los deseos de nuestro Abba Padre y elevar cantos y alabanzas a YHVH nuestro
Único Elohim.
Shabat Shalom!
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