JANUKA
LA LUCHA JUDÍA POR LA
LIBERTAD RELIGIOSA Y LA SUPERVIVENCIA NACIONAL
Por: Lisa Katz
Hace casi 2.200 años, los reyes griegos, que reinaban desde
Damasco, gobernaron la tierra de Judea y sus habitantes judíos.
Un rey griego-sirio, Antíoco Epifanes, les prohibió a los
judíos orar a su Di-s, cumplir con sus costumbres y estudiar su Torá. Antíoco
les obligó a los judíos a rendir culto a los dioses griegos. Se dice que colocó
un ídolo de Zeus, el dios griego, en el altar del santo templo de Jerusalén.
Como reacción a esta persecución, Judas Macabí y sus cuatro
hermanos organizaron un grupo de luchadores de resistencia conocidos como los
macabeos. Lucharon contra el paganismo y la tiranía.
La tenacidad de los insurrectos, que derivaba de su firme fe
en un Di-s, es una razón que los judíos de los siglos siguientes ha conmemorado
esta victoria militar. Durante una batalla cerca de Beit Horon, la grandeza del
ejército opuesto acobarda el ejército pequeño de Judas, y Judas les dice que
tengan fe que Di-s se pondría de parte de ellos.
Al ver éstos el ejército que se les venía encima, dijeron a
Judas: «¿Cómo podremos combatir, siendo tan pocos, con una multitud tan
poderosa?...» Judas respondió: «Es fácil que una multitud caiga en manos de
unos pocos. Al Cielo le da lo mismo salvar con muchos que con pocos; que en la
guerra no depende la victoria de la muchedumbre del ejército, sino de la fuerza
que viene del Cielo. Ellos vienen contra nosotros rebosando insolencia e
impiedad con intención de destruirnos a nosotros, a nuestras mujeres y a
nuestros hijos, y hacerse con nuestros despojos; nosotros, en cambio,
combatimos por nuestras vidas y nuestras leyes; Él les quebrantará ante
nosotros; no les temáis.» (1 Macabeos)
Después de tres años de combate contra fuerzas muy
superiores, los macabeos desalojaron a los griegos-sirios de Judea. Janucá
declara el mensaje del profeta Zacarías: «No con ejército, ni con fuerza, sino
con mi espíritu.»
Los macabeos recobraron el santo templo de Jerusalén. Asearon
el templo por retirar los símbolos griegos y las estatuas. Después de que Judas
y sus discípulos concluyeron a asear el templo, lo rededicaron. El 25 del mes
de kislev del año 164 a.e.c., purificaron y rededicaron el templo.
Según la tradición, cuando los macabeos entraban el santo
templo, descubrieron que los griegos-sirios habían profanado el aceite de la
menorá. Sólo había una tinaja de aceite purificado, lo bastante para un día
nada más. Los judíos necesitaban una semana para purificar aceite suficiente.
Entonces lo que aconteció fue un milagro. Los macabeos encendieron la menorá, y
ardió la menorá no por un día sino por ocho días. Por eso la menorá de Janucá
tiene ocho velas (sin contar la vela shamash utilizada para encender las
otras), y también por eso hay ocho días de festividad de Janucá.
PENSAMIENTO PARA LA
FIESTA DE JANUKA
Por: Heriberto García
Orozco
Se acerca el primer día de la celebración de la Fiesta de
Januka, la cual aunque no está dictaminada por El Eterno en la Torah, es un
tiempo especial en el cual recordamos los grandes milagros que sucedieron a
nuestro pueblo por esta época. No vamos a repetir el tratado que ya publicamos
una vez, sino más bien a mostrar otras cosas no menos interesantes:
Yeshua avaló esta fiesta, la cual está mencionada en Yojanan
(Juan) 10:22, donde se dice que se celebraba la fiesta de la dedicación; pues
bien, esta fiesta es Januka. De manera que además de muy judía, esta es una
celebración especial que nos recuerda que quienes andamos en esta senda no
debemos dejar que nuestro ser, en cuerpo y alma, sea asimilado por el mundo por
medio de sus ofrecimientos que pretenden darnos satisfacción pasajera,
olvidando lo más importante, que es nuestra relación con el más Santo de los
santos, El Eterno, Bendito sea Su Gran Nombre. (Es curioso que tantas personas
que se declaran seguidoras de Yeshua ni siquiera conozcan esta fiesta y por
supuesto no la celebran)
Es bueno mencionar que en esta fiesta se dan regalos a los
niños (¡y también a los adultos!) por una razón bien interesante: La fiesta con
frecuencia tiene lugar en los días en los cuales se celebra el festival pagano
de navidad, y en éste se dan regalos. Tal situación podía causar cierto
"vacío", pues en navidad había cierta "ventaja", de manera
que se estableció que durante los ocho días (en cada uno de ellos) se dieran
regalos, de forma tal que al ver que en Januka se dan muchos más regalos ya no
se iba a prestar atención a lo pagano sino a lo santo, obviamente con esta
maravillosa ayuda que surgió de la sabiduría de nuestro pueblo para no dejarse
asimilar por las demás naciones.
Januka es la Fiesta de las Luces y es una buena ocasión para
que acercándonos sinceramente a HaShem recibamos Su Luz y nosotros mismos
lleguemos a ser esos recipientes plenos de esa Luz para ser así mismo luz a las
demás naciones. Más que predicar, estamos llamados a ser luz con nuestro
ejemplo de vida. Y cuando las demás naciones quieran más de "Aquello"
que hay en nosotros, entonces vendrá la necesidad de enseñar acerca de las
buenas de salvación.
Januka es más que encender unas bellas luminarias; es
mostrarle al Creador, Bendito sea Su Nombre, que nuestra vida es de Su
exclusiva posesión, y que es más fuerte El que está en nosotros que todo lo
demás. Estamos en el mundo pero no somos del mundo.
Que encender las luces sea una muestra externa de lo que está
sucediendo internamente en nosotros.
Jag Sameaj Januka!!!
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