El hombre libre no es el que no se encuentra en una cárcel, pues hay presos
que son libres pensadores y hay libres presos de sus pensamientos; el hombre
libre tampoco es aquel que hace lo que quiere, ese es un esclavo de sus
impulsos, el verdadero hombre libre es aquel que logró liberarse de sus
impulsos y ha crecido espiritualmente a un nivel desconocido por aquel que es
esclavo de sus impulsos. El hombre libre es aquel que experimentó “la Torá
de Libertad” (ver Carta de Iaaqov Ben Iosef) y se liberó de su inclinación
al mal, como dijo David “Andaré en libertad porque busco tus mandamientos”
(Tehilim 119.45).
Extracto tomado de: Meguilat Ester - El rollo Secreto. Avdiel Ben Oved.
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