sábado, 7 de enero de 2012

SALMO 1


Alabado es el hombre que no ha marchado en el consejo de los malvados, ni se detuvo en el camino de los pecadores, ni sentado en compañía de los burladores. Pues la Torá del Eterno es su deseo, y en ella medita día y noche. Será cual un árbol enraizado junto a corrientes de agua, que da su fruto en su estación apropiada y su follaje no se marchita; y todo lo que emprenda, tendrá éxito. ¡No así los malvados! Son como la paja al viento. Por ello, los malvados no subsistirán en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Pues el Eterno conoce el sendero de los justos, mas el camino de los malvados es perdición.

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