sábado, 14 de enero de 2012

FALSO AMOR


Desafortunadamente, vivimos en un mundo de vanidades, el cual ha creado un engañoso sentido de la apariencia como un sustituto de la verdad. Donde quiera que las mujeres vayan, ellas se fijan y admiran las miradas de los hombres. Ellas ven que es su apariencia exterior la cual atrapa la atención y admiración de los hombres y eso les da la impresión de que realmente importa como lucen.
Qué mentira! Haciendo alarde de su apariencia, una mujer no solo enfurece a Di-s, si no que pierde también su dignidad. Cualquier hombre honesto admitirá que él no respeta a una mujer que viste o actúa inmodestamente. Sí, el puede ser atrapado por ella y desearla, y sí, tal vez coquetee con ella con el fin de ganarla. Una emoción barata no tiene nada que ver con un respeto genuino. En realidad, es lo completamente opuesto - es el deseo lujurioso de la Mala Inclinación.
El adulterio es la fuerte Inclinación al Mal que tiene el hombre. Comienza por sus ojos, porque el hombre tiene problemas en ignorar lo que alardea frente a ellos. Cuando ellos ven a una mujer, no importa como ella luce, ellos tienen la tendencia a desearla. Tan solo un momento después de contemplarla, ellos la olvidarán si es que llegan a conocer otra mujer. Así, crédulamente en vano la mujer abandona su verdadero honor por una falsa y superficial admiración de una adulación engañosa. Posteriormente ella es abandonada como un pañuelo desechable, tan pronto como él conoce a otra mujer.
La atención que una mujer consigue por medio de una vestimenta o comportamiento inmodesto no tiene valor alguno. La única mujer que es realmente respetada por los hombres es aquella que guarda su modestia. Por eso las mujeres deben hacer un gran esfuerzo comprometiéndose a actuar con modestia. Actuando así, merecerán verdadero respeto y bendiciones sin límites.
Por: Rabino Shalom Arush.

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