Selección extraída de Anatomía del Alma
Hombre
y mujer Él los creó.
Génesis
1:27
Enseña el
Zohar que cada alma contiene características "masculinas" y
"femeninas". Cuando llega el momento en que un alma determinada debe
descender al mundo físico, ésta se separa y sus características se vuelven una
"entidad dual", una parte masculina y la otra femenina. Este es el
gran significado del matrimonio y de la unión marital: volver a juntar las
"dos mitades" de un alma (ver Zohar III, 283b).
Así podemos
comprender mejor una interesante enseñanza del Ari: cada una de las Diez
Sefirot corresponde a uno de los Santos Nombres de Dios, cada uno de los cuales
expresa un específico poder de Dios.
El
Santo Nombre que corresponde a Iesod es Shadai, que se traduce como, "¡Hay
suficiente!". Este nombre implica que Dios tiene la capacidad absoluta
para darle a cada persona todo lo que necesite. El Santo Nombre correspondiente
a Maljut es Adonai, que connota "Señor", pues Él es el
Señor del Universo y Rey de todo.
El versículo
afirma (Génesis 35:11), "Yo soy El Shadai; fructificad y
multiplicaos...". Expandiendo las letras del Santo Nombre ShaDaI (Shin,
Dalet, Iud) se produce la letra Shin (Shin, Iud, Nun), la letra Dalet
(Dalet, Lamed, Tav) y la letra Iud (Iud, Vav, Dalet). Si se eliminan
las letras iniciales de cada una de ellas, nos quedan las "letras
ocultas" Iud, Nun (cuyo valor es 60), Lamed, Tav (430) y Vav,
Dalet (10). Estos valores de las letras suman 500.
Hemos indicado
que el hombre tiene 248 miembros, mientras que la mujer tiene 252 miembros. La
suma de los miembros de la entidad unificada formada al unir los dos individuos
separados, el hombre y la mujer, es 500 (ver Baal HaTurim sobre Génesis
35:11). Dado que las relaciones maritales deben ser realizadas con recato,
ocultas de la vista, estas "letras ocultas" (que no son pronunciadas)
corresponden a la relación especial entre hombre y mujer, la que los une en
santidad para que puedan procrear. Cuando la pareja reconoce la importancia del
acto marital - la belleza e intimidad que existe en la unión de dos opuestos -
se alcanza entonces la paz y el Reinado de Dios se establece más firmemente.
Iesod
El Ari habla
de Or Iashar (Luz Directa) y de Or Jozer (Luz Refleja). Dios nos
envía la abundancia que nos sustenta. Con ella vivimos y somos capaces de
realizar buenas acciones. De manera recíproca, estas buenas acciones Le dan a
Dios un cierto placer. Como un padre y una madre, Dios se alegra cuando Sus
hijos "crecen" y se vuelven capaces de Imitarlo. Este es el najes
(placer) que Él recibe de nuestras buenas acciones. Cuando buscamos emular a
Dios, ello es considerado como si Le hubiésemos dado algo en retorno.
Enseña el Rebe
Najmán:
El benefactor
corresponde al aspecto masculino, mientras que el beneficiario corresponde al
aspecto femenino. Aquél que da corresponde al hombre. Aquél que recibe corresponde
a la mujer.
Este
principio se aplica a todos los Universos y a todos los niveles. Incluso el
Santo, bendito sea, cuando recibe placer del cumplimiento de una buena acción
por parte de Sus creaciones, es considerado, si así pudiera decirse, un Beneficiario,
reflejando el Aspecto Femenino (Likutey Moharán I, 73:2).
Este concepto
puede ser visto en términos de la interacción del hombre con Dios a través de
las Diez Sefirot: la abundancia de Dios se expande desde Arriba, a lo
largo del sendero de las Sefirot, a través de Iesod y hasta Maljut.
Maljut, como ya hemos mencionado, es la más baja de las Sefirot y el
punto a través del cual el hombre puede llegar a reconocer y servir a Dios.
Aceptar el Reinado de Dios es el primer paso para acercarse a Él. De modo que
inicialmente es a través de la Sefirá de Maljut que interactuamos
y establecemos una relación fundamental con Dios. (Recordemos que Maljutcorresponde
a lo femenino pues se basa en el rol de aceptación del yugo del Reinado de
Dios). Sólo luego de haber aceptado el yugo de Su Maljut (Reinado) es
posible comenzar a relacionarse con Iesod como el puente hacia los
ámbitos superiores. Así como Dios siente placer al enviarnos Su abundancia,
también recibe placer de Sus criaturas cuando éstas avanzan hacia niveles
superiores en el reconocimiento y servicio a Dios.
La Sefirá
de Iesod corresponde al brit, el órgano reproductor masculino; en
laKabalá, Iesod es llamado Jai Olamim - la "Vida de los
Mundos" (Zohar I, 193b). "Vida" , pues por un lado sirve al
propósito y a la esencia misma de la vida y por otro, porque se dice que está
"vivo" , es decir, es un instrumento para dar la vida; "Mundos",
porque Iesod actúa como un catalizador, permitiendo la interacción entre
los Mundos Superiores y este mundo (Maljut). Así como laSefirá de
Iesod transfiere shefa desde las Sefirot superiores hacia
la Sefirá deMaljut, Iesod es también el punto de retorno desde
donde Maljut, habiendo derivado su fuerza vital y abundancia desde
Arriba, puede devolver a Dios el placer de Sus criaturas al servirLo. "Iesod
representa así uno de los más grandes placeres humanos. Es el tipo de placer
que incluye los niveles más profundos de la mente humana.
El
placer puede ser bueno o malo, pues puede llevar hacia una u otra
dirección" (Innerspace, p.69). Si el nivel de Iesod de la persona
es de santidad, la llevará a buscar niveles más elevados de Divinidad. Pero el
deseo sexual puede ser utilizado (y en general lo es) para alejar de la
espiritualidad. En los próximos capítulos trataremos el significado del hecho
de que la lujuria y la espiritualidad emanen de la misma fuente.
Amor
y Matrimonio
Abraham es el
paradigma de Jesed (actos de bondad). Su amor por sus congéneres era tan
grande que constantemente buscaba una ocasión para ayudar a los demás. Es por
esto que mereció ser la primera persona a la cual se le ordenó cumplir con la mitzvá
de la milá. ¿Cuál es la conexión entre Jesedy milá?
Como hemos
visto, la energía de Jesed sólo puede revelarse a través de Iesod. En
tiempos de Abraham aún no había sido entregada la Torá; ¿de qué manera se
manifestaba su devoción a Dios? A través de su gran anhelo y deseo por servir a
Dios. Abraham sintió que la misión de su vida era revelar al mundo el Jesed de
Dios y Su Reinado. También sentía un tremendo deseo de compartir su propio amor
y bondad con los demás. Y para poder traer tanto amor al mundo, tuvo que ser
circuncidado.
La
circuncisión eliminó todas las klipot que podían impedirle transferirles
a los demás el Jesed y la shefa de Dios. Espiritualmente esto
significa que debía eliminar todo rasgo negativo, simbolizado por el prepucio.
Enseña el Rebe Najmán:
Jesed - amor - se muestra a través del deseo
y el anhelo de la persona. Aquél que tiene un gran amor, tendrá un profundo
anhelo por alcanzar lo que desea. Este amor se manifiesta en el brit (Likutey
Moharán I, 31:6).
El amor, al
igual que Jesed, significa entregarse sin reservas a los demás. Esto
define el objetivo del matrimonio: cada miembro de la pareja debe comprometerse
a dar de sí mismo de manera total e incondicionalmente. El lazo del matrimonio
es esencialmente espiritual, una unión que trasciende los deseos físicos y las
necesidades materiales de los miembros de la pareja. Aquél que se concentra en
el lazo espiritual que hay entre marido y mujer llegará a percibir que existe
un espíritu que rodea este amor y que sobrepasa por mucho su lazo físico. Las
parejas que entran al matrimonio con esta actitud podrán sobrellevar las malas
épocas que inevitablemente deberán enfrentar, pues su Pacto se centraliza
alrededor de las necesidades más importantes de ambos - sus necesidades
espirituales.
Cuando, por el
contrario, una pareja se une sólo sobre la base de la atracción física, con el
paso del tiempo el matrimonio se deteriora; su relación se desgasta y ambos
comienzan a alejarse. Si su concepto de la vida tiende a ser
"anticuado", podrán sentir la responsabilidad de mantenerse juntos,
quizás para bien de los hijos, pero ninguno de los dos disfrutará ya de la
relación. Si son "modernos", pueden entregarse a relaciones ilícitas,
extramaritales. La mentira entra en sus vidas y forma parte de la rutina
diaria. El temor a ser descubiertos corroe lo poco que queda de una relación
agonizante.
Si Jesed (es
decir, el sentimiento de amor y bondad) de la relación es degradado, entonces
también el brit es degradado, pues Jesed se manifiesta en Iesod.
Es decir, si Jesed se encuentra degradado en su fuente, también estará
dañado al manifestarse como Iesod, y ello se reflejará en la relación
física dentro del matrimonio. En la mayoría de los casos, es el amor el que ha
sido dañado desde un comienzo, pues nunca fue un verdadero amor, basado en una
unión espiritual. Más aún, como hemos explicado, Jesed es la primera
revelación de los mojín (arriba, Capítulo 36). Como tal, un Pacto
quebrado o engañoso es una señal segura de una mente degradada (ver Likutey
Moharán I, 34:7).
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