LA NATURALEZA DEL ALMA
POR EL MORÉ: HERIBERTO GARCÍA O.
B’H
Aunque con frecuencia la humanidad tiene la noción de la existencia del alma, también desconoce, quizá en su gran mayoría, cómo es que ha sido concebida por el Creador. Muchos aseguran que poseemos una esencia que se compone de cuerpo, alma y espíritu, en parte para lograr un paralelo con doctrinas contrarias a las Escrituras como la de la trinidad.
No obstante, de acuerdo con el testimonio de los Textos Sagrados, nuestro ser está conformado por una parte material, que es nuestro cuerpo, y una inmaterial que es el alma. Y para comprender esta última vamos a ilustrarlo con dos ejemplos.
Antes de ello, es bueno decir que el alma, según las enseñanzas de los sabios de nuestro pueblo judío, posee varios niveles, que pueden ser presentados de la siguiente manera:
Y El nivel inferior, denominado NEFESH, es el que nos evidencia la necesidad de alimentarnos, de dormir, de descansar y, en general las necesidades más básicas que muestran a las claras que somos seres vivos. En este momento preguntamos: ¿Tienen los animales este tipo de necesidades? Absolutamente sí! De donde podemos ver que el nefesh también es característico de los animales.
Y El nivel intermedio, denominado RUAJ, es aquel en el cual están inmersas las emociones y deseos. Allí se manifiestan los miedos, las alegrías, las tristezas, y cosas similares a éstas. De nuevo preguntamos: ¿Tienen los animales emociones? La respuesta, al igual que en el anterior nivel, es un sí rotundo. ¿Quién no ha visto acaso un perro moviendo su cola por causa de la alegría que siente al ver a su amo? ¿No hemos visto tristeza o miedo en los animales? Bien, teniendo en cuenta que hasta aquí no existe ninguna diferencia entre el ser humano y los animales, el conjunto nefesh-ruaj es lo que se denomina ALMA ANIMAL.
Y El nivel superior, denominado NESHAMAH, es aquel que comunica al hombre con la Divinidad y en el que reposan la razón y el conocimiento, característica que no poseen los animales, pues éstos son movidos por instintos y emociones. Es por ello que la neshamah es llamada ALMA DIVINA, pues sólo por medio de ella podemos establecer conexión consciente y voluntaria con El Todopoderoso.
Si quisiéramos hacer sólo hacer un esquema de lo que es el alma, hasta aquí llegaríamos en nuestra exposición. Pero teniendo en cuenta que hay que entender suficientemente bien este concepto, trataremos de adentrarnos un poco en los textos escriturales, de manera que nuestra comprensión sea adecuada y más profunda.
Vamos a los ejemplos prometidos. En una empresa normalmente existen tres niveles, que son el operativo, el administrativo y el directivo o gerencial. El primero de ellos está conformado por todos los trabajadores de base, que son quienes ejecutan el trabajo de campo. Este grupo se asemeja al nivel del alma llamado nefesh.
El nivel administrativo es aquel en el cual se agrupan los mandos medios y en el que se toman algunas decisiones que no son vitales para el futuro de la empresa. Este grupo es análogo al nivel del alma llamado ruaj.
Finalmente, el nivel gerencial o directivo es el que toma todas las decisiones importantes de la empresa, de manera que afecta a todos los trabajadores, pues todos están a su cargo. Tal grupo es análogo al nivel del alma llamado neshamah.
Adicional a esto, vale la pena mencionar que nuestro propio cuerpo, cuyo diseño perfecto responde a la Sabiduría insondable de El Eterno, guarda también una correspondencia con los tres niveles del alma: La región inferior a partir de los riñones se relaciona con el nefesh, el corazón con el ruaj y el cerebro con la neshamah.
La razón de esto, lejos de ser caprichosa, está fundamentada en el testimonio bíblico, lo que podemos ver de esta manera: Tanto la región genital como la de los riñones es, por decirlo así, el área que más “instintivamente” actúa, y por ello está asociada con el nefesh; la región del corazón en la que se sienten todas las emociones, y de hecho está asociada con el ruaj; y finalmente la región del cerebro es la que se asocia con la neshamah. Aquí además podemos darnos cuenta que cada nivel del alma, de inferior a superior, está asociado con partes del cuerpo que de manera similar van aumentando en altura. De manera que aquí hay unas analogías claves para entender lo que vamos a ilustrar.
Cuando leemos lo que nos dice el profeta Yirmeyahu (Jeremías) en el cap. 17 v. 9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; quién lo conocerá?”, quizá podamos comenzar a entender que cuando el amor se da con el corazón, se podría afirmar que es un amor animal, puesto que depende de los evidentes vaivenes del corazón y sus emociones.
Con mayor razón este comentario aplica a los casos en que las personas, movidas por circunstancias netamente hormonales, desean intensamente tener encuentros sexuales. Esto no tiene nada que ver con la razón sino simplemente con instintos.
¿Podríamos imaginarnos una gran empresa dirigida por sus trabadores de base? ¿O por sus mandos medios? El panorama sería desastroso. No sucede lo mismo cuando es el gerente, presidente o director quien toma las decisiones. Y de acuerdo con estas decisiones se mueve el futuro de la empresa.
De esta manera fácilmente podemos comprender por qué es el cerebro el órgano que debería regir todo el cuerpo.
Ahora veamos unas palabras de Yeshua: “No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los cerdos” (Matityahu – Mateo 7:6). Con lo que hemos expuesto es fácil comprender que tal sentencia en ninguna manera se refería a los animales (aunque de hecho aplica literalmente) sino a las personas, cuyo comportamiento parece de perros y cerdos, dado que sus vidas se mueven no por la razón sino por instintos y emociones; la neshamah de los tales es como si no estuviera desarrollada o simplemente no existiera. También leemos en la Carta a los Romanos que nuestro culto esRACIONAL, no emocional, algo que se relaciona directamente con los conceptos que hemos expuesto.
Por tanto, entre las múltiples conclusiones que podemos obtener de esto es que el nefesh debe estar sometido al ruaj y éste a su vez a la neshamah. Por supuesto, estando la neshamah encaminada a tomar decisiones en total obediencia a la Voluntad Celestial. Cuando nuestra vida está guiada por las emociones o instintos carnales, lo cual de hecho es bastante frecuente hoy en día, no hay ninguna duda de que transitaremos por camino que lleva a la muerte.